En 1909, nació este gaucho, don Abel Lagos, quien ocupó campos que fueron en sus comienzos de los pioneros norteamericanos de apellido Taylor en 1892 y de donde se marcharon en 1922 por razones particulares. El accionar de éste con el más mínimo detalle, junto con el conocimiento ganadero, se identifica con su nombre que quedará como sello de calidad, así como cuenta el libro “2 Pioneros olvidados” de Tavare Parzon. Entonces la tercera, cuarta y quinta generación no entiende cómo en el año 1936 apareció cierta documentación de permiso de ocupación y pastaje del parque nacional, siendo que la historia nos relata que perteneceríamos y pertenecemos a la dirección general de tierras, territorio nacional del Neuquén, boleto 2462.

En 1949, nació en el río Minero el Sr. Osvaldo Lagos. Casado con la Sra. Leonilda Chamorro, vieron el futuro con claridad apuntando a un cambio.

Éste se produce en primer lugar a través del acta de posesión entregado por el Sr. Jorge Oscar Sobich, gobernador de esta provincia; la cual menciona: “Esta posesión se refería a la disposición perteneciente a la ley 263 y su decreto reglamentario Nº 0826/64, sujeto al cumplimiento de las siguientes cláusulas”:
1) El Sr. Osvaldo Lagos se obligará a introducir mejoras de la población dentro de los 90 días en los lotes 16, 17 y 20. Hectáreas en total: 4.000.
2) Se obliga a aceptar condiciones y previo de venta que a tal efecto fije el poder ejecutivo provincial.
3) La posesión es personal e intransferible.
Todo firmado de la mano del Sr. Andres Kaczorkiewich, subsecretario de producción agraria, ministerio de producción y turismo.
En segundo lugar, se redujo la hacienda por alto impacto y el daño ecológico causado a nuestros bosques de los cuales depende nuestro planeta. Se dio por terminada la crianza de ovejas.
En tercer lugar, se creó un quincho, dos cabañas, safari fotográfico, y turismo de estancia. Esta generación cree que el derecho sobre esta tierras es de 32.000 hectáreas y que el cambio, ya generado es la única forma de proteger y cuidar nuestra parte ambiental. También vemos que se encuentran reducidos los espacios y accesos turísticos, por manos privadas, señores del poder que creen ser dueños de lo nuestro.

No queremos dejar de contar parte de nuestra educación, por ejemplo, el no buscar oro. Sabemos que hay, el que lo buscó lo encontró. Para nosotros hay oros distintos, como lo bello de sus paisajes interminables, su riqueza en animales en peligro de extinción.
Otra de sus bellezas es una mina con vetas de carbón y otras con cobre y un pequeño bosque petrificado.

Y lo más importante de lo que hablamos con nuestros amigos turistas es la no contaminación del agua, ya que somos uno de los últimos ríos no contaminados, queremos que se tenga esto muy en cuenta: “siempre que viva un poblador, no habrá contaminación ni daños ecológicos, y para siempre el turismo podrá contemplar sus aguas cristalinas y puestas de sol”.